Algunos
intelectuales, como Jovellanos, Campomanes
y Floridablanca, con gran influencia en la corte borbónica, que habían
sido influenciados por la ilustración francesa y que fueron los encargados de
convencer al monarca de la gran importancia de la ciencia y sobre todo de las
denominadas “ciencias útiles” y como estas eran un factor de progreso que
podría poner a la vanguardia a la nación española,[1]
promovieron la renovación del sistema educativo y la proliferación de escuelas
de enseñanza primaria y de formación profesional[2]
que servirían de inspiración para las reformas educativas adelantadas en las
colonias hispanoamericanas como las instauradas por Moreno y Escandón.
En
la segunda mitad del siglo XVIII es notable el ingreso de las ideas ilustradas
a la nueva granada y en general en el continente americano siendo un referente
muy notable de esto el plan de estudios generales del Fiscal de la Real Audiencia , Don Francisco Moreno
y Escandón fundamentado en principios de razón y utilidad en contraposición con
la tradición escolástica[3]
que monopolizaba las aulas de los centros de formación, que para los
posteriores intelectuales ilustrados
eran el lastre que hacia decaer el territorio americano.
Es
así como podemos observar el insistente
requerimiento de los 'saberes útiles' entre la población ilustrada de las
colonias hispanoamericanas. -Claro que en el dominio educativo y
científico, el concepto de 'utilidad' no tuvo siempre la misma significación,
pues fue objeto de una evolución sensible. Al iniciar el siglo XVIII, 'útil'
nombraba todo lo que no era ni especulativo ni relacionado con la escolástica;
en aquella época, el término 'útil' era más o menos equiparable al de
Modernidad. A mediados del siglo, su sentido giró hacia el carácter
experimental de las ciencias-[4]
Es así como para finales del siglo XVII observamos entre los grupos
ilustrados que van surgiendo, gracias a la circulación de estas ideas en
diferentes medios de difusión del pensamiento de la época, un afianzamiento en el discurso ilustrado
criollo el cual abogaba por el abandono
de la tradición escolástica reemplazándola por
el estudio de las ciencias.
"aquellas ideas vivas y naturales,
que retratando la verdadera imagen de la Sabiduría sean mas á propósito para inflamar
vuestros Almas generosas, y excitar en ellas no solo el deseo de poseerla, sino
también el valor e intrepidez necesaria para abrazarla y sostenerla.[…] veo en
vosotros las mejores señales de un corazón dócil á las impresiones de la Verdad , y no pudiendo
resistir al estimulo de tratar un asunto en que todo promete un feliz suceso
[…]. El placer, que tendría en ver florecientes en mi Patria los estudios
útiles, de que no se tiene ni aun Idea"[5]
Para
estos ilustrados el apego a la tradición escolástica que basaba sus
explicaciones en dogmas y teorías teológicas eran un lastre que impedía el
desarrollo en las colonias, vemos como reprochan que no se hubiese acogido el
estudio de la ciencia mucho antes lamentando el atraso en que esto los tiene
sumergidos.
"Desde el siglo 16
se conoció este letargo, y en el a menor y el presente tanto se han inflamado
las Naciones, que se compiten entre si los sabios para redimirse de este baldón. La nuestra camina
lenta, especialmente en nuestra América. Y solo el celo con que á expensas de
nuestros últimos Soberanos trabajan por todas
partes nuestras expediciones puede cubrir nuestro bochorno, á vista de lo
que el Plinio de nuestro siglo dice de Españoles y Portugueses, hablando de la Botánica y su nomenclatura. Entre
muchos de nosotros todavía esta
ciencia se reputa pueril, impertinente é inútil; todavía se oye, La Historia Natural
no esta recibida en el estado Político ni Eclesiástico: nunca ha merecido
Cátedras en las Universidades, ni Aulas
en muestras Escuelas; como si las nuestras fueran las de todo el mundo ó solo
las ciencias que las obtienen fuesen la únicas que hacen feliz al hombre.[6]"
Se
lamentan al pensar en lo diferente que se encontraría su nación de haberse
acogido y desarrollado el estudio de la ciencia y aplicado este conocimiento en
el campo, el comercio y en las diferentes áreas de la vida fortaleciendo así su
patria.
"¡Que distinta sería la
suerte de la Patria ,
si este hubiera sido el estudio de nuestros Padres! Tendríamos una Agricultura
floreciente, no estarán las Artes en la cuna, habría Comercio, no viviéramos en
la miseria, que nos devora, y nuestra racionalidad ya no sería un problema para
esos Escritores, que nos equivocan con las bestias, y nos juzgan incapaces de
concebir un pensamiento.[7]"
Estos
ilustrados dispuestos a trabajar en pro del progreso invitaban a hacer frente a
estos estudios abstractos y llenos de dogmas que no hacen mas que deshonrar y
debilitar la patria, no permitiendo ni si quiera el estudio riguroso de las
falencias que se tenían en las diferentes áreas del comercio y la sociedad, y
que deberían ser la tarea de los académicos. Exponen como estos estudios en
desuso en las naciones cultas aun encontraban aceptación en las colonias
haciendo de estos una burla ante la humanidad[8]
y que estos estudios caducos solo forman ciudadanos inútiles que en nada
mejorarían ni podrían dirigir de manera digan la nación.
“En efecto el artista, el labrador, el artesano jamás saldrán de lo
que vieron hacer á su Padre, ó á su Maestro, sí los depositarios de los
conocimientos humanos, y de los progresos del entendimiento, ó no quieren
llevar sus luces filosóficas al taller, al campo, á la oficina: ó divertidos en
pueriles sutilezas, y ocupados solamente del cuidado de arrebatarse los votos
de los insensatos con el ruidoso; pero estéril aparato de tanto silogismo, que
la edad de la razón ha Condenado, se desdeñan de aplicar su entendimiento á los
objetos útiles, á que Dios lo destinó, y miran como ocupación de un hombre
ocioso, y sin talentos el estudio de los principios, y progresos de las Artes ,
el de la Economía ,
y de la Industria ,
el de la Agricultura ,
el de la Política
, y por desahogar de una vez mi corazón, el de la verdadera filosofía, que es la Madre de quanto bueno hay
sobre la tierra.[9]”
En
sus discursos es notable la importancia que le dan a las ciencias naturales
dadas las condiciones del habitad tan variado que se tiene en América y que
para esos días era desconocida la gran utilidad de los recursos disponibles.
"Las Ciencias naturales
son de primera necesidad en el Perú. Atendidos los frutos que el ofrece, y han
sido las mas olvidadas. No presentando giro ni premio, casi nadie las ha
cultivado: así todo lo que depende de ellas, ó se ha dejado de hacer, ó se ha
practicado por un ciego empirismo. […] La física, la Mecánica , la Geometría , la.
Arquitectura subterránea, la
Química y Docimástica forman hoy las delicias de muchos, que
al abrigo de la protección no pueden menos que hacer rápidos progresos, que
resulten a favor de la Minería
y la Agricultura.[10] "
Por las luces arrojadas por las expediciones
adelantadas durante los últimos años eran consientes de la riqueza de la
naturaleza, de la importancia que tenía el estudio de esta y del abandono en
que los académicos tradicionales tienen tal estudio.
“Los bosques están llenos de plantas a-romaneas,
y medicinales, a cada paso se encuentran bálsamos., gomas
y aceites exquisitos, tenemos las mejores resinas, y tal
vez mientras el soberbio
Filosofo se abandona á los delirios de su extravagante fantasía, una mano
inculta abre camino á la dormida Industria con el examen grosero y superficial
déla Naturaleza, que aquel sabio se desdeña mirar[11].”
Observamos como para los ilustrados es de fundamental importancia la
reforma del plan de estudios y volcarlo al estudio de las ciencias naturales en
busca de una mejor aplicación y aprovechamiento de recursos, incentivar el
estudio de la botánica, la química y de las artes que ampliarían el
conocimiento de su propio territorio y engrandecería su patria.
“Mirad que la Patria finca eN vosotros la
esperanza de su felicidad, vuestros padres su honor, y su fortuna, la Fama prepara su clarín para
derramar vuestro nombre sobre la
Tierra , y el Nuevo Reyno espera el
suceso de una acción cuyo premio es la inmortalidad.[12]”
[1] Pedro, Antonio E. de. Viajes de ida y vuelta de la ciencia ilustrada y su influencia en la
educación colonial americana. En Tarbiya; Revista de
Investigación e Innovación (Madrid), No. 24, Ene.-Abr. 2000 p.39.
[2] Alzate Echeverri, Adriana María. La ilustración Borbónica. Sociedad y
discurso reformista en la nueva granada, en El nuevo reino de granada y sus
provincias. 1º edición, Bogota, editorial Universidad del Rosario. P. 46.
[3] Valencia Calvo, Carlos Hernando, Loaiza
Zuluaga, Yasaldez Eder, Plan de estudios generales de Moreno y Escandón, en Revista Historia de la Educacion Colombiana
No. 05, 2002. P. 13.
No. 05, 2002. P. 13.
[4] Alzate Echeverri, Adriana María. La ilustración Borbónica. Sociedad y
discurso reformista en la nueva granada, en El nuevo reino de granada y sus
provincias. 1º edición, Bogota, editorial Universidad del Rosario. P. 45.
[5] Papel periódico de Santafé de Bogota, Nº 8. Avisos de Hebepbilo á los
Jóvenes de los dos Colegios sobre la inutilidad de sus estudios presentes,
necesidad de reformarlos, elección y buen gusto en los que deben abrazar. 1 de abril de 1791 p.58,59
[6] Mercurio peruano, Necesidad de la historia natural científica, 12 de
enero de 1794, tomo X, Nº 316, fol. 30,31
[7] Papel periódico de Santafé de Bogota, Nº 9. Continuación: Avisos de
Hebepbilo á los Jóvenes de los dos Colegios sobre la inutilidad de sus estudios
presentes, necesidad de reformarlos, elección y buen gusto en los que deben
abrazar. 8 de abril de 1791 p. 69
[8] Papel periodico de Santafé de Bogota, Nº 8. Avisos de Hebepbilo á los
Jóvenes de los dos Colegios sobre la inutilidad de sus estudios presentes,
necesidad de reformarlos, elección y buen gusto en los que deben abrazar. 1 de abril de 1791 p. 60
[9] Papel periodico de Santafé de Bogota, Nº 8. Avisos de Hebepbilo á los
Jóvenes de los dos Colegios sobre la inutilidad de sus estudios presentes,
necesidad de reformarlos, elección y buen gusto en los que deben abrazar. 1 de abril de 1791 p. 62
[10] Mercurio peruano, las ciencias naturales, 3 de febrero de 1793, tomo
VII, Nº 218, fol. 85.
[11] Papel periodico de Santafé de Bogota, Nº 9. Continuación: Avisos de
Hebepbilo á los Jóvenes de los dos Colegios sobre la inutilidad de sus estudios
presentes, necesidad de reformarlos, elección y buen gusto en los que deben abrazar. 8 de abril de 1791. p 68